sábado, 15 de marzo de 2014


La famosa frase "cogito ergo sum" o más conocida en castellano como "pienso, luego existo" aparece en su "Discurso del Método" del filósofo francés Descartes como elemento fundamental del racionalismo occidental
Pues esta frase me ha venido esta mañana a la mente cuando, después de visitar el Museo de la Festa junto con unas personas venidas de otras poblaciones y pertenecientes al área del club de ocio de COCEMFE, nos dirigiamos a comer.
El grupo estaba formado por unas 30 personas y ocho de ellas eramos usuarios de silla de ruedas y una señora, muy sonriente y vestida de domingo, aunque hoy es sábado, y cogida del brazo de su marido se nos ha acercado y nos a preguntado si hoy había alguna fiesta "nuestra".
La primera impresión es pensar ¿pero qué me está diciendo esta mujer? ¿estoy viviendo dónde creo que estoy viviendo y en el año en el que creo que estoy?
Y entonces he  pensado como lo hizo descartes a mediados del S-XVII "me han sacado a la calle, luego, es fiesta..."
Más tarde, cuando acompañabamos a nuestros invitados a la estación de autobuses, una señora nos ha cedido el paso en un paso de peatones, pero ha sido tal su asombro que casi atropella al último de la fila porque ha empezado a avanzar con la mirada clavada en la espalda de la última silla que había cruzado.
Y todo esto está pasando ahora, hoy, cuando se habla de inclusión social, de turismo inclusivo y de mil cosas politicamente correctas. ¿qué ocurre? ¿qué falla?
Sinceramente creo que fallamos nosotros, así que a ponerse las pilas y cuando consigamos que todos los días se nos vea por la calle, pero no en manifestaciones o excursiones, no es eso lo que quiero decir. Nuestar visibilización pasa por acudir a un centro de estudios a diario, a la empresa a trabajar o a pedir trabajo, al cine, a pasear, a comprar el pan a recoger al colegio a quien sea, a ver ropa de los escaparates, a tomar el sol, a nada....ese día dejaran de mirarnos

miércoles, 12 de febrero de 2014

carta a los reyes magos









Queridos Reyes Mayos
Sólo os pido una cosa: ser igual que mi hermana, que mi vecina, que mi amiga…
Quiero ser igual que miles de mujeres que comparten sus vidas con la mía en el día a día, quiero tener sus problemas y a la vez poder encontrar las soluciones como ellas
Quiero ir al colegio igual que ellas, no tener que entrar por otra puerta.
Quiero coger un autobús o un tren para irme de viaje como y con ellas.
Quiero ponerme enferma y poder ir a una consulta como ella, sin tener que entrar por otras puertas y tener los aparatos preparados para poderlos utilizar yo; hablo de aparataje general para verte los ojos, o ir al dentista, por no nombrar los mamógrafos o simplemente las básculas para pesarte, y los baños de las habitaciones…
Quiero ser como ellas para poder estudiar en la universidad y poder visitar los museos, archivos, bibliotecas…
Quiero ser como vosotras para poder trabajar sin que me digan que mi cuerpo no agrada a los clientes o que me quieran utilizar para el trabajo sedentario de oficina, centralita o taquilla que puedo realizar perfectamente, a la vez que para hacer desplazamientos imposibles para mí.
Quiero ser como tú para ligar, tener pareja, tener hijos o formar un hogar sin que todos piensen que no soy atractiva ni tengo ningún valor porque predomina mi discapacidad anulando todos los rasgos de mi personalidad.
Quiero poder pasear por mi ciudad, ir al cine, de compras…sin sentirme como una aventurera que tiene que tener previsto el recorrido por si están las rampas ocupadas, o hay escalones o si hay mobiliario urbano que dificulte mi orientación o si alguien conoce la lengua de signos.
Quiero llegar a ser mayor y poder disfrutar de los viajes de tercera edad, como tú, porque seguro que ya me pilla mayor para seguir reivindicando la adaptación de los autobuses, itinerarios, hoteles, etc.; porque eso quiere decir que, aunque lo haya perdido durante toda mi vida, no me han hecho ningún caso y quiero tener la seguridad de que pueda ir a un geriátrico dónde me pueda encontrar como en mi casa, es decir, que pueda entrar y salir, levantarme, acostarme…
Quiero dejar de ser “el problema” de mi familia y ser la hija de, la hermana de, la madre de…porque quiero tener una madre, no una esclava que dedica las 24 horas de vida a mi atención.
Y quiero ser una hermana con la que poder tener confidencias y discusiones, de igual a igual, no a una segunda madre cargada con la responsabilidad de ser mi cuidadora.
Y quiero ser una madre y que mis hijos vivan sus vidas sin estar determinados por mi discapacidad.
En definitiva, quiero ser igual que cualquier otra mujer, ni más ni menos
Y eso, mis queridos Reyes Magos, solo se puede conseguir con un Estado de Bienestar, con un gobierno que vele por la igualdad de todos los ciudadanos y que todos y cada uno de ellos tengan sus necesidades básicas cubiertas, y eso, mis queridos Reyes Magos, sólo se puede hacer si se quiere…
Firmado
Una mujer, que además, tiene una discapacidad